Reseña. Película "Los herederos"


Demasiadas veces hemos escuchado decir a la gente adulta, expresiones como: "¡Ay!, la juventud de hoy", pero no nos preguntamos porque esa juventud es así, por qué son "rebeldes", desobedientes o desinteresados, ¿quiénes son los que educan a esas generaciones? y ¿cuál es la herencia que se les está dejando?

Este problema es el que se aborda en esta película mexicana, que nos muestra la realidad de la juventud y el problema de los padres respecto a su permisividad, desinterés e irresponsabilidad para con sus hijos.

Coyo, el protagonista, es un chico que se muestra tranquilo y que suele salir a pasear a su perro junto con su mejor amigo, Gerardo. Un día se encuentran con "Ruco" y él invita a Coyo a su casa, pero no a Gerardo y desde ese entonces se van distanciando.

Así Coyo, con los amigos de Ruco buscan divertirse a costa de cualquier cosa, empiezan con acciones aparentemente leves, y como lo vivimos hoy en día, vemos a chavos de secundaria fumando, bebiendo, hablando de con cuántas personas han tenido sexo y todo ello como si no implicara ninguna consecuencia.

Después de tanta "diversión" un día Coyo y sus compañeros deciden salir en su auto y ellos le piden que lleve un arma que él tiene en su casa, durante el trayecto van asaltando lugares para conseguir dinero, hasta que toca el turno de Coyo, él entra a una panadería e indeciso y nervioso dispara por accidente a un empleado. Sus amigos lo abandonan en un acto de desesperación y él asustado corre a esconder el arma, para después llegar a su casa y decir a sus padres que le han robado el auto.

Al día siguiente lo interrogan para reconocer al hombre que supuestamente le robó la camioneta y que también mató a un hombre. Al llegar a su casa y quedar "libre" de culpa decide contarle a sus padres la verdad y se toma la decisión de sacar a Coyo del país hasta que todo quede arreglado.

Al regresar a su país, Coyo quiere seguir con su vida normal y decide ir a visitar a Gerardo, a quien no ve desde hace mucho, pero su madre le prohíbe verlo. Desconcertado, sigue su camino, tal vez pensando en el hecho de que de ahí en adelante su vida no seguirá siendo de la misma manera que antes.


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